domingo, 13 de junio de 2010

Las Fiestas Medievales

Advertencia de contenido: Esta entrada puede contener opiniones en lenguaje explícito de caracter adulto, cuya lectura puede resultar ofensiva e/o hiriente para algunas sensibilidades.
Si padece usted síntomas como el del nulo espíritu crítico, incapacidad de superación supina, o es organizador de fiestas pretendidamente medievales, le aconsejo no seguir leyendo.


De unos años a esta parte, se han prodigado por toda la península las "Fiestas o Ferias Medievales" de caracter anual. Los pueblos que poséen un casco antiguo más o menos destacable y algún hito histórico de la época, han aprovechado el escenario para el desarrollo de estas celebraciones, viendo en ellas un ingreso extra de recursos para la población.
En algunas participa gran parte del pueblo de un modo u otro, normalmente vistiendo de la época y colaborando en la organización de los eventos.
Los cascos antiguos en estas poblaciones, suelen estar en gran medida abandonados y degradados, cuando no reformados sin atender a criterio alguno de conservación o de estética respecto al conjunto.
Como llevo haciendo desde hace varios años, me he desplazado a una de las que me quedan más cerca, el resultado ha sido el esperado: las fiestas medievales son una mierda, y su organización, nefasta.
Verán: Para empezar se inagura la feria cuando la mitad de las paradas están sin montar a pesar de ser las 12 del mediodía; las calles tampoco se han barrido demasiado, con que menuda manera de recibir al turista.
El segundo día tampoco corremos mejor suerte, está más sucio que el primero y se repite la sensación de provisionalidad: paradas que funcionan junto a otras todavía cerradas o a medio montar.
Las paradas con sus productos que se extienden por el casco antiguo, son al medievo lo que un Mac Donald's a la gastronomía. Con lo que el mercado "medieval" no se diferencia gran cosa de cualquier mercadillo de comercio ambulante.

Se exponen también por lo común las obras de los artistas locales: si pintores, sus cuadros; si amas de casa asociadas, sus trabajos manuales; si coleccionistas, su colección ni que ésta sea de aviones por control remoto.
Cuando hay representación de antiguos oficios, pues en algunas ferias ni eso hay, se muestran desligados del conjunto, dándose una visión estática de la sociedad, cuando ésta es en esencia dinámica, vinculante e interrelaciona a todos sus miembros.

Para acabarlo de arreglar, se obvian muchos personajes y escenas presentes en la época, no hay más que ver que en las ferias medievales todos son caballeros cristianos. Como si en el medievo penínsular jamás hubiese habido árabes o judíos, por poner sólo un ejemplo.
Tampoco se ven monjes, ni peregrinos, arqueros o juglares; pero en cambio hemos llegado a ver incluso la "medievalización" de un bar-prostíbulo.
Por lo común, en las fiestas medievales se suelen reproducir combates entre moros y cristianos, conmemorando la victoria de estos últimos; es éste el espectáculo más loable de los que suelen acontecer, cuando no el único que se acerca al hecho histórico en mayor medida. De mayor calado tampoco hallarán gran cosa: foro, conferencia o debate.

Vamos a poner como ejemplo el "Museo" que hace años que llevamos viendo en una de estas "Fiestas medievales". Ocupa los bajos de una casa solariega y contiene distintas antigüedades de caracter agrícola. Vean las imagenes:

Pues bien: el polvo, la carcoma y el óxido son los de todos los años, ni una triste gota de barniz. Llamar a estos trastos arrinconados "museo" es como llamar chalet a una chabola de chapa. Yo no sé cómo tienen los santos cojones de enseñar esto, la verdad.
Es por ello que no no me extraña luego ver entre las antigüedades de la primera planta este piano haciendo la función de mesa auxiliar; reflejando en su parte baja la falta de trato con los productos de limpieza que la pieza requiere.

Por todo lo visto: no les recomiendo la visita a ninguna feria medieval de la que no tengan testimonios fieles de cómo se desarrolla ésta. Huyan como de la peste de éstas fiestas desvirtuadas. Mucho menos llevar a los niños, pues se llevarán del medievo la misma idea que se pueden llevar de la prehistoria viendo Los Picapiedra.
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Nota: el mojito no es un producto medieval.

8 comentarios:

KALMA dijo...

Hola y ole. La verdad no se puede ser más claro y resumir más: ¡Son una mierda! Jajaja. Ultimamente se han puesto de moda los festejos medievales y en la mayoría de los casos sólo son un reclamo, aunque la última foto en estos casos es muy orientativa ¡Un par de mojitos y a ver chiribitas! Jajaja.
Un abrazo.

Rubén Oliver dijo...

Kalma:Hay alguna localidad donde se hace medio regular,pero no mucho más...La desvirtuación es patente.(Como suele suceder en mis entradas,hay parte que callo por diferentes motivos,en este caso por cierto pudor ajeno).
El cartel del mojito,es revelador.Dejo como dato,que en la réplica de la Feria de Abril de Sevilla que se celebra en Cataluña;el año pasado se prohibió la reproducción en las casetas de música "reagetón",por razones obvias...o que deberían serlo...
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.

Pilara dijo...

Hola Riviere, es una pena ver como se utilizan las cosas del pasado, de mala manera, para hacer burdo negocio en este presente que no sé si dejará algo de interés para ser admirado en el futuro por nuestros descendientes.
Siempre hay excepciones, este "finde"
hemos visitado el museo de usos y costumbres en un pequeño pueblo almeriense y hemos quedado encantados por el gusto, el cuidado y el cariño con el que está pensado y expuesto...A ver si "alguien" echa un ratillo de trabajo y os lo podemos enseñar a todos para que se os quite el mal sabor de boca.

Un besico.

Rubén Oliver dijo...

Pilara:
Pues sí,la desvirtuación lo convierte en un burdo negocio.
A ver si vemos pronto esas fotos.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.

Javi dijo...

Lo malo es que, como dices, al final la gente en general, y los niños en partícular se llevan una imagen penosa de la Edad Media. Algo que podría servir para extender la cultura acaba convertido en poco más que una fiesta de disfraces.

Por cierto, Riviere, felicidades por todos tus blogs, no sé como tienes tiempo para llevarlos todos adelante.

Un saludo.

Rubén Oliver dijo...

Javi:
Así es,cedemos espacio a la cultura,para dárselo a la ignorancia histórica y desvirtuar por completo el acto.
Por circunstancias ajenas a mi voluntad,he dispuesto de mucho tiempo para alimentar los blogs;en circunstancias normales,mi oficio me ocupa muchísimo tiempo(todo el verano)y la cosa va más lenta.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.

Baruk dijo...

Hola Rivi,

Que razón tienes, los mercados medievales ya no son lo que eran.

Al principio se montaban con un espíritu ingenuo y culturizante, ahora ya sólo es politiqueo y negocio, como todo en la vida. Una pena.


Abrazines y a ver si te vemos un poquillo más!!

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Rubén Oliver dijo...

Baruk:Pues sí,se han desvirtuado completamente las fiestas.
Estoy muy liado,por eso me dejo ver poco ;-).
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.