martes, 11 de noviembre de 2014

Casa de la Lecina

La Casa de la Lecina es una de las torreadas del Alto Aragón que como todas merece la pena ver, siquiera mientras se mantenga en pie. Su acceso es sencillo campo a través ya que no cuenta con camino que nos lleve.
Dentro del término de Isábena a la altura de la Roca queda el barranco a nuestra derecha, la torre es muy visible.

La torre renacentista ha perdido parte del muro sur y el oeste al completo.

 
Al llegar vemos el muro perimetral que enlazaba con el ábside de su capilla.
A contraluz se aprecia parte de su sistema defensivo.
En la planta unicamente vemos una ventana en el lado norte, aunque no parece original.

En el lado este del primer nivel se ve una ventana de asiento y cómo se revocaron  las paredes.
Su alféizar presenta moldura en el exterior.
Otra en el lado norte, cuyo marco exterior ha sido expoliado, con una saetera a su izquierda.

Saetera que desde el exterior no es nada evidente...
En el trozo que queda del lado sur se aprecia otra saetera.
 En el segundo nivel el lado este presenta un vano cuadrado y una saetera a su derecha.

En el lado sur, que seguiría el mismo patrón, quedan restos del vano.

 En el lado norte dos saeteras flanquean un vano cuadrado sobre el que se ve otra en el tercer nivel.


 Nivel que en el lado este presenta una entrada de palomar hecha en ladrillo macizo.
Y más arriba vestigios de otro vano.
Puede apreciarse que los pisos descansaban sobre impostas excepto el último. No se aprecia resto de escalera en el muro, es posible que el acceso fuese a base de escalas y trampillas en el suelo.

Desde el norte vemos en primer término los vestigios del ábside de su capilla.
Capilla completamente destruida.

Algo más al norte existe una construcción que debió ser la bodega.
Alberga en su interior una más que generosa tina de piedra.
Junto a la torre se halla gran cantidad de escombro cubierto de maleza, lo que da idea de lo grande que era el conjunto, algo separada se encuentra esta casita que es una bella muestra de arquitectura popular.

En su planta de habitación un curioso puntal moldurado soportaba el pilar y envigado central.

Dos ventanas aspilleradas miraban al oeste, de hecho todos los vanos de todo lo que queda en pie son en aspillera.
En las paredes pueden verse ciertos grafitis de cariz solar.
La planta está sostenida por una bóveda bajo la que se ubicaba el establo.
Posée dos vanos cuadrados con fuerte derrame interno.

Esta entalladura comunica el establo al nivel "de calle" por el este de la casa.
Algo más alejada aparece otra construcción que parece ser de apoyo, tenía una planta y no se aprecian signos de habitación.
Sus escasos vanos son todos aspillerados.
Y esto es todo lo visto de lo que fue una gran casa. Una casa que a menos que alguien lo remedie, se perderá sin saber que existe un concepto llamado "ruina consolidada".Que consiste basicamente en impedir que el deterioro vaya a más sin gastarse mucho los cuartos.
Excursión recomendada y apta para todos los públicos. El paisaje con el Turbón de fondo y las vistas desde la torre son preciosas.

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